Muchos de ellos tienen piernas, brazos y cabeza y realizan por tanto movimientos similares a los humanos. Pero a muchos japoneses les molesta que las máquinas sean frías y sin expresividad. Los investigadores quieren ahora solucionar eso.
Kobian puede expresar siete emociones, como alegría, enojo, tristeza, felicidad y confusión.
Para mostrar alegría, por ejemplo, eleva los dos brazos al aire y abre los ojos y la boca. Cuando está "triste", pone una mano delante de los ojos, como si quisiera ocultar sus lágrimas.
Pequeños motores individuales mueven los párpados, labios e incluso las cejas. Y sus manos están hechas de un material blando.
Kobian ha sido diseñado con el propósito de cuidar y acompañar a las personas en su vida diaria, un proyecto en el que los científicos llevan trabajando varios años ante el rápido envejecimiento de la sociedad japonesa. En un futuro se espera que Kobian sea capaz de realizar diversas labores en hospitales y casas de retiro.
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